¿Debemos prevenir el bullying?

lunes, 13 de noviembre de 2017

Consecuencias y Recomendaciones

Consecuencias para la víctima:

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso escolar, las consecuencias se hace notar con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicóticos, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, entre otros.

También se suman a eso, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución. Se puede detectar a una víctima de acoso escolar por presentar un constante aspecto contrariado, triste, deprimido, por faltar frecuentemente y tener miedo a las clases, o por tener un bajo rendimiento escolar.

Aparte de eso también corresponde al plano físico presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, entre otros. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo por un acoso escolar. Antes de dar un diagnóstico al problema, es necesario que antes se investigue y se observe más al niño.


Consecuencias para el agresor:

En cuanto a los efectos del Bullying sobre los propios agresores, algunos estudios indican que los ejecutores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También el resto de espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se siente afectado, logrando provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de relaciones positivas.

Para el agresor, el Bullying le dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.



Recomendaciones:



Tipos de Bullying

Como se ha mencionado anteriormente el bullying es una tortura o maltrato que generalmente se puede clasificar en: bullying sexual, físico, verbal, psicológico, social o ciberbullying. A continuación se describirán brevemente los más importantes dentro del acoso escolar.
Físico:
Como su nombre lo menciona es cualquier tipo de maltrato producido físicamente, por ejemplo: empujones, patadas, puñetazos, hasta agresión con objetos.
Verbal:
Principalmente se basa en insultos y sobrenombres, también son frecuentes los menosprecios en público o el estar resaltando y haciendo evidente de forma constante un incapacidad o discapacidad (cabe aclarar que no se hace referencia directa a solo cuestiones motrices). Últimamente el teléfono móvil también se está convirtiendo en vía para este tipo de maltrato.
Psicológico:
Son acciones encaminadas a minimizar la autoestima del individuo y fomentar su sensación de inseguridad y temor. El aspecto psicológico está en todas las formas de maltrato.
Social:
 Pretende ubicar aisladamente al individuo respecto del grupo en un mal concepto y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción. Esto se consigue con alejar al individuo de los demás miembros del salón, con el fin de excluirlo de grupo.

Ciberbullying:
Es cuando el individuo es molestado, humillado, amenazado o acosado por otro (s) mediante el uso del Internet u otras tecnologías interactivas y digitales.



¿Qué es el bullying?

   El bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre alumnos de forma constante a lo largo de un tiempo determinado.
   El acoso escolar, como comúnmente se conoce  es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor controla a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia, amenazas y/o la ayuda de otros compañeros. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayormente en el aula y/o patios de los centros escolares.
    Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser individuos que se encuentran ya sea en la etapa de la niñez, adolescencia, o adultez temprana siendo ligeramente mayor el porcentaje de mujeres en el perfil de víctimas.
   El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar. Este tipo de violencia se caracteriza, por conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder ya que generalmente es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente).
    El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas; es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En la mayoría de los casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos suicidas e incluso su materialización.

No al Bullying

Antecedentes

Originalmente la palabra que conocemos como bullying proviene del inglés (de bull = toro) y agrupa un conjunto muy diverso de conductas: incluye desde la violencia física hacia un compañero hasta la agresividad verbal, ya sea de forma directa (por ejemplo, insultar) o indirecta (más sutil, como difundir rumores falsos).
   Diversos investigadores en todo el mundo han dirigido sus estudios a este fenómeno, ya que ha tomado una complejidad preocupante, además por su crecimiento durante los años de escolaridad.
   En la década del 80, tres jóvenes entre 10 y 14 años se suicidaron como consecuencia de situaciones de bullying despertando la atención de las instituciones de enseñanza sobre el problema.  Durante los 90, hubo en Europa un número considerable de investigaciones y campañas que consiguieron reducir la incidencia de comportamientos agresivos en las escuelas.
   Todo estas investigaciones tuvieron su inicio con los trabajos del Prof. Dan Olweus de Noruega (1978 a 1993) y con la campaña nacional anti-bullying en las escuela de Noruega (1993). En el inicio de 1970, Dan Olweus iniciaba sus investigaciones sobre la problemática de los agresores y sus víctimas, a pesar de que no existía ningún interés de las instituciones en el asunto.
   Olweus investigó cerca de 80.000 estudiantes, 300 a 400 profesores e 1000 padres entre los varios períodos de enseñanza. Como los estudios de observación directa tardan generalmente demasiado, el procedimiento adoptado fue el uso de cuestionarios lo que sirvió para hacer la verificación de las características y extensión del Bullying, así como evaluar el impacto de las intervenciones que ya venían siendo adoptadas. El programa de intervención propuesto por Olweus tenía como característica principal determinar reglas claras contra el Bullying en las escuelas, alcanzar una participación activa de parte de los profesores y padres, aumentar la concientización del problema, avanzando en el sentido de eliminar los mitos sobre el Bullying y proveer apoyo y protección a las víctimas.